San Vicente

 Departamento de San Vicente

Lugares turisticos

Turicentro Amapulapa

A 60 kilómetros de San Salvador y a pocos minutos del centro de San Vicente encontrará un impresionante remanso natural en el parque acuático Amapulapa.

Su nombre se deriva del náhuatl cuyo significado es “río donde se hunden los Amates”, con más de 33 manzanas de extensión donde disfrutará de refrescantes piscinas generadas por los afluentes naturales de origen volcánico. Desde 1956 ofrece al público amplias zonas de esparcimiento diseñadas para el descanso en la familia.

La peculiaridad de Amapulapa es que goza de impresionantes escenarios verdes  donde los  visitantes disfrutan de un descanso excepcional.frece dos piscinas para adultos, un tobogán acuático, tres piscinas para niños y la última remodelación de la piscina principal con juegos acuáticos.

En este parque encontrará una cancha de fútbol y basquetol, numerosas áreas de descanso y picnic, también rampas de acceso para personas con discapacidades  y senderos a las cascadas del lugar. Para la tranquilidad de los turistas, el Parque Acuático Amapulapa cuenta con apoyo militar en constante vigilia. 

Amapulapa - TurismoSV

Turicentro torren de san vicente

La zona paracentral de El Salvador custodia impresionantes monumentos arquitectónicos de gran valor histórico y artístico. Tal es el caso de la destacada Torre de San Vicente erigida en el parque central de esta ciudad. A mediados de 1923, por iniciativa de la Sociedad Ideal de Obreros se comenzó la construcción de un kiosco en la conocida “Plazuela Cañas” para la presentación de poetas, declamadores y orquestas como la Banda Regimental de la V Brigada de Infantería para el entretenimiento de los vicentinos. El parque se inauguró hasta 1924.

Entre 1925 y 1926, los lugareños unificaron esfuerzos con el apoyo del gobernador departamental Horacio Villavicencio  y el aval del presidente Pío Romero Bosque donde propusieron dibujos con la idea de embellecer la plaza con una imponente torre y un reloj que debería ser colocado en su cumbre.

Los planos del reloj y la torre se encargaron a una empresa alemana de la ciudad de Berlín. Sin embargo cuentan los relatos que los diseños fueron destruidos durante la segunda guerra mundial.

Tras algunos inconvenientes económicos, Romero Bosque facilitó la construcción de este monumento que perpetuara su memoria en la ciudad vicentina, cuyas obras se concretaron hasta el 1º de febrero de 1928. El bosquejo arquitectónico estuvo a cargo de Roberto Miranda. Este ícono vicentino fue construido por Eugenio Grepiat y Luis Esterman, obra finalizó el ingeniero Lucio Capelar en 1930.

San Vicente esconde cinco tesoros turísticos de historia y aventura -  Diario El Mundo














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